A cifra oficial era, em Dezembro passado, de 9.302 desempregados. Mas há quem aponte valores que poderão chegar aos 12.000. Preocupante. Muito preocupante. Imagine-se o Estádio dos Barreiros completamente a abarrotar pois a sua lotação é de 8.900 lugares. É todo o estádio cheio de desempregados. Esta imagem faculta-nos a grandeza do drama. É neste estádio do desemprego que se joga a instabilidade social. E quando isto acontece de uma forma preocupante continuamos a não assistir a qualquer atitude do governo no sentido de uma actuação séria, profunda e portadora de eficácia. As paupérrimas medidas anunciadas na semana passada, porque claramente ineficazes, destinaram-se a mascarar a gravidade do problema. Para o líder de toda esta monumental engrenagem o importante é ganhar eleições e, depois, logo se verá. O jornal espanhol "El País" na sua edição de 25 de Janeiro, sublinhava o seguinte:
"Alberto João Jardim, 65 años, es un político fuera de lo común, que ostenta el récord mundial de permanencia en el poder por vía democrática. Nada menos que 30 años como presidente del Gobierno Regional de Madeira, entidad autónoma de soberanía portuguesa, ganando elección tras elección por mayoría absoluta. Sólo Muammar el Gaddafi acumula más tiempo como líder supremo de Libia (39 años), pero el coronel nunca se ha sometido al veredicto de las urnas.
Adorado y odiado, Jardim no deja indiferente a nadie. Su carácter histriónico y el talante caudillesco le llevan a despreciar, insultar e incomodar a sus adversarios políticos, y también a quienes están en su bando, el Partido Social Demócrata (PSD). Estas cualidades personales no son impedimento para que el presidente regional de Madeira sea miembro de las más altas instancias portuguesas, como el Consejo de Estado y el Consejo Superior de la Defensa Nacional.
Jardim es un producto genuinamente madeirense, catapultado a partes iguales por la Iglesia y el antiguo régimen. Durante la dictadura fue el protegido del hombre del salazarismo en Madeira, su tío Agostinho Cardoso, cuyo pensamiento derechista quedó reflejado en las columnas, a vecesincendiarias, que publicaba en La Voz de Madeira, altavoz del dictador en la isla. Hoy, Jardim es el caudillo local del PSD, cuya versión madeirense poco tiene que ver con el primer partido de oposición a escala nacional en Portugal. En Madeira, son del PSD viejos cuadros del salazarismo que conservan cargos locales (...).
Adorado y odiado, Jardim no deja indiferente a nadie. Su carácter histriónico y el talante caudillesco le llevan a despreciar, insultar e incomodar a sus adversarios políticos, y también a quienes están en su bando, el Partido Social Demócrata (PSD). Estas cualidades personales no son impedimento para que el presidente regional de Madeira sea miembro de las más altas instancias portuguesas, como el Consejo de Estado y el Consejo Superior de la Defensa Nacional.
Jardim es un producto genuinamente madeirense, catapultado a partes iguales por la Iglesia y el antiguo régimen. Durante la dictadura fue el protegido del hombre del salazarismo en Madeira, su tío Agostinho Cardoso, cuyo pensamiento derechista quedó reflejado en las columnas, a vecesincendiarias, que publicaba en La Voz de Madeira, altavoz del dictador en la isla. Hoy, Jardim es el caudillo local del PSD, cuya versión madeirense poco tiene que ver con el primer partido de oposición a escala nacional en Portugal. En Madeira, son del PSD viejos cuadros del salazarismo que conservan cargos locales (...).
Vale a pena ler este trabalho de Francesc Relea.
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